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ELEMENTAL, MI QUERIDO BAZBAZ
O
EL MISTERIOSO CASO DE LA NIÑA APARECIDA


Por CARLOS RODRÍGUEZ FONSECA





En un REALITY SHOW con enorme “rating” a nivel nacional, que incluso ha trascendido a todos los medios e impactado a la sociedad, es en lo que han convertido las dos grandes cadenas de televisión, el lamentable caso de la niña Paulet Gebara Farah que misteriosamente había desaparecido de su propia recámara y que después de casi ocho días de intensa búsqueda (?) por todos los rincones del departamento realizada por los familiares y por la policía, apareció muerta enredada en las cobijas de su propia cama, dando lugar a una serie de hipótesis policíacas por las que primero arraigaron a todos los miembros de la casa pero cuando encontraron el cadáver, levantaron el arraigo de todos e incluso a la madre la tuvieron como “indiciada”.

El caso tiene los ingredientes necesarios como si se tratara de una novela policíaca escrita bien sea por Sir Arthur Conan Doyle, Edgar Allan Poe o Agatha Christie:

El hallazgo del cuerpo en la parte inferior de la cama se parece al corazón delator escondido en las tablas del piso de la casa. La madre de la criatura es la persona fría y calculadora que dice vivir en armonía con su esposo, aunque se vayan de vacaciones cada quien por su lado, pero que fue quién denunció un posible secuestro de su hija. El marido, también un tanto frío y despegado que formó con su familia un bando contrario al de la familia de su esposa. La amiga íntima de la señora que según su propio decir, durmió dos noches en la cama de Paulet sin sentir que bajo al colchón yacía el cadáver de la niña y finalmente las nanas (hay nanitas) que cuidaban a la criatura y que “tendían” las camas, pero que tampoco se percataron que entre las cobijas estaba enredado el cuerpecito de la niña.

Los comentaristas de las televisoras reúnen el carácter y estilo de algunos de los personajes preferidos de esos escritores: Adela Micha asume el personaje de Miss. Marple, atenta, pero sobre todo curiosa y amante de los enigmas y misterios que no le son difíciles por su espíritu analítico; Carlos Marín pretende parecerse a Hércules Poirot atando cabitos de cada uno de los detalles y a Javier Alatorre solamente le falta la pipa de Sherlock Holmes, por la habilidad que ha demostrado en el razonamiento deductivo para resolver el caso y así poder decirle al Procurador: “elemental, mi querido Bazbaz”. Ya nada mas falta que aparezca el profesor Moriarty para que definitivamente quede resuelto el caso.

Para no ser menos y emulando al despistado inspector Clouseau de la Pantera Rosa, yo mismo sostengo varias teorías novelescas: una es sospecho que la madre, ayudada por su amiga íntima o quizás por otra persona, pretendieron esconder a la niña para aparentar un secuestro y pedir un rescate cuantioso al esposo, pero por un mero accidente, al llevar a cabo la sustracción de la niña, accidentalmente se les murió ahogada entre las cobijas, por lo cual escondieron en algún otro lugar el cuerpecito e inventaron lo del posible secuestro, pero después les dio miedo de ser descubiertas y la pusieron semi escondida a un costado de la cama, para argumentar que la propia niña se enredó en sus cobijas y se asfixió; la otra teoría es que fueron las nanas y les ocurrió exactamente pasó lo mismo.

Ojalá que la policía encuentre la verdad de los hechos.

carrofonseca@hotmail.com



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