A pesar de que en muchas partes de nuestro continente existen manifestaciones populares de descontento en contra del gobierno y de sus gobernantes, el pasado domingo, a pesar igualmente de que existe desaliento en la población por la grave situación económica por la que estamos atravesando, nuestro país vivió una jornada electoral pacífica y sin brotes de violencia prácticamente en ninguna parte del territorio nacional.
Resulta por demás muy significativa la derrota que sufrió no propiamente el Partido Acción Nacional, sino el Gobierno Federal que preside Felipe Calderón, así como el estrepitoso derrumbe, salvo en el Distrito Federal, del Partido de la Revolución Democrática y seguramente la pérdida del registro de alguno o algunos de los partidos pequeños.
Pero las preguntas obligadas son:
¿Hasta que punto el electorado reprobó al gobierno de Calderón?
¿Es el gobierno federal el responsable de la grave situación económica del país?
¿El pueblo se opone al uso del ejército para el combate al narcotráfico y la delincuencia organizada?
¿Considera la población que hubo exageración en las medidas sanitarias que se adoptaron ante el brote de la influenza?
En opinión de quien esto escribe creo que la respuesta unánime sería un rotundo NO y que el resultado del proceso electoral reflejado en el triunfo del Partido Revolucionario Institucional se debe –haciendo a un lado las diatribas y descalificaciones que unos a otros se echaron en cara-, básicamente a que el PRI es el único que cuenta con una estructura sólida y el llamado “VOTO DURO” de ciudadanos que era seguro que acudirían a las urnas y que pudo más en el ánimo popular la campaña mediática que invitaba a la conciliación y al saber gobernar, que la utilizada por el panismo, basada solamente en el apoyo al gobierno federal en su lucha contra la delincuencia.
Pero no debemos echar las campanas al vuelo, ya que lo notorio fue la desconfianza de la ciudadanía en la clase política, al grado tal que el empresario Alejandro Martí, quien fundó una organización llamada SOS-Sistema de Observación por la Seguridad Ciudadana, creada originalmente para el combate a la delincuencia, convocó a través de ésta, una campaña llamada “mi voto por tu compromiso” mediante la cual los candidatos a las diputaciones federales, enviaron a SOS sus promesas de campaña debidamente protocolizadas ante Notario Público.
Algo que también debe preocupar a toda la clase política es el alto porcentaje de abstencionismo en esta elecciones, mismo que a nivel nacional fue de un 68%, aunque aquí en Veracruz nada mas fue del 55% del padrón electoral; y, por otra parte, los votos nulos que en las elecciones anteriores fueron aproximadamente de un 2.7%, en estas elecciones subieron a un 6%. Las cifras anteriores nos hacen sentir que si bien es cierto que las elecciones fueron lícitas, los triunfadores no están del todo legitimados, pero confiaremos en que con su actuación en la Cámara logren esto último.
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