En el año de 1999, los gobernadores del PRD en Baja California Sur, Distrito Federal, Nayarit, Tlaxcala, Zacatecas y Chiapas, a los que posteriormente se agregó Michoacán, crearon la “Asociación Nacional de Gobernadores”, con la idea de formar un frente común para incidir en el manejo de los programas federales de los que se sentían relegados, toda vez que el pacto entre el centro y los estados, que funcionó hasta principios de los años ochenta había entrado en crisis.
A raíz de la alternancia en la presidencia de la republica surgida por la victoria del panista Vicente Fox en las elecciones del año 2000, los gobernadores de los partidos de oposición, en especial los del partido que perdió el poder que mantuvo durante 7 décadas, al ver un gobierno federal ahora contrario a sus intereses, tomando como base aquella incipiente Asociación de Gobernadores, decidieron aliarse como un contrapeso político a las medidas que emitiera el ejecutivo federal y en agosto de 2001 crearon la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Los juristas del gobierno foxista criticaron fuertemente la creación de esa organización y su viabilidad jurídica, aduciendo que en términos de la fracción I del artículo 117 constitucional, los Estados no pueden en ningún caso “Celebrar alianza, tratado o coalición con otro Estado ni con las potencias extranjeras”; sin embargo, los mandatarios estatales defendieron la CONAGO en aras de un “nuevo federalismo” como un espacio libre y concluyente; como un foro permanentemente abierto para que los gobernadores propongan y desarrollen las políticas públicas en beneficio de los mexicanos, convirtiéndose así en el principal instrumento de fuerza principalmente de los mandatarios de oposición al gobierno de Fox y actualmente ante el gobierno de Calderón Hinojosa
Así las cosas, LA CONAGO ha venido siendo un coto de poder muy fuerte al cual el Ejecutivo Federal ha tenido que plegarse en cuanto a las “recomendaciones” que hacen los señores gobernadores en materia de aguas, asuntos migratorios, auditoria fiscal y ramo 33, campo, ciencia y tecnología, combate a la pobreza, comercio exterior, competitividad, seguridad pública, vivienda y otros.
Sin embargo es de especularse que si el PRI regresa a los Pinos, todos los gobernadores emanados de ese instituto político, que durante estos últimos doce años se han manejado ya no como virreyes sino como verdaderos monarcas en sus respectivas entidades, al igual que lo hicieron durante más de setenta años, tendrán que plegarse a los lineamientos y a la política general que imponga el “ Señor Presidente” y consecuentemente la CONAGO que de manera tan fuerte se ha venido desempeñando en estos últimos tiempos, se debilitará tanto, al extremo de que incluso pudiera desaparecer. VEREMOS
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